jueves, octubre 27, 2005
t.a.t.u
la orientación sexual de t.a.tu sólo fue una exitosa imagen escénica
El productor Sergey Katin (padre de Lena Katina),el cual en el pasado fue parte de la producción de algunos grupos populares como "Arsenal" y "Dyuna" insiste en que su hija Lena,del grupo T.A.T.U.,nunca fue lesbiana...SERGEY KATIN....MI HIJA LENA NUNCA FUE LESBIANA."La orientación sexual de las participantes del grupo (Julia Volkova & Lena Katina) solo fue una exitosa imagen escénica"-dijo Katin,en una entrevista a los corresponsales de "Megapolis-Zkspress." Sergey Katin también negó los rumores acerca del embarazo de su hija y su posible salida del grupo. El padre de Lena considera que el futuro cambiará a su hija (Lena estudia psicología en la Universidad Estatal de Moscú) y gracias a sus estudios resistirá las tentaciones de un amor unisex (no se como podría traducirles eso). "Al menos otro album más saldrá al público,en el clásico estilo de T.A.T.U."-dice Sergey Katin.
sábado, octubre 22, 2005
viernes, octubre 21, 2005
sábado, octubre 15, 2005
biografía de fernando alonso
Biografía de Fernando Alonso
Fernando Alonso Díaz nació el 29 de julio de 1981 en Oviedo, hijo de José Luis Alonso, a la sazón maestro industrial y hoy director deportivo de Adrián Campos Motorsport, y de Ana Díaz, dependienta de El Corte Inglés en la capital asturiana. Tiene una hermana cinco años mayor, Lorena, médica de profesión.
A pesar de su corta carrera, Alonso tiene ya un currículo que supera por intensidad y precocidad a los de los grandes campeones. A los tres años, su padre le regaló un kart que había construido él mismo. El rechoncho Alonso se encaprichó con el «juguete» y empezó a familiarizarse con el olor a carburante. Aquel mismo año ganó ya su primera carrera, organizada por un centro comercial y en la que participaron niños que casi le doblaban la edad. Aquello le dio coraje para seguir pilotando cuando salía del colegio, siempre vigilado por su padre, quien ya se percató de las cualidades innatas que tenía su hijo para el pilotaje. Dedicó todo su tiempo libre al hijo, a pesar de que recibió una oferta para incorporarse al Celta de Vigo como portero, posición en la que jugaba desde muy joven.
Un talento precoz
Desde los cuatro años hasta los catorce (1985-1995) estudió en el colegio Santo Ángel de la Guarda, en Oviedo, donde cursó primaria y EGB. Después frecuentó el Instituto Leopoldo Alas Clarín de San Lázaro, donde permaneció hasta 2000, año en que abandonó los estudios porque los compromisos deportivos le impidieron seguir estudiando, de manera que ni siquiera terminó el COU.
Con siete años Alonso ganó en 1988 su primera carrera oficial de karts, proclamándose campeón infantil de Asturias tras vencer en las ocho carreras de que constaba el certamen. Para entonces ya ostentaba desde hacía tres años la obligatoria licencia oficial de la Federación Española. En ella, el chavalín reconoce que tiene plena consciencia de sus actos y que se atendrá a todas las normas. Todo falsificado, claro.
Fernando Alonso
Su proyección era fulgurante, de ciudad en ciudad y de circuito en circuito, con un viejo Peugeot que conducía su padre, mientras los otros competidores llegaban en Mercedes o en BMW. Su padre hacía de mecánico y de consejero. En 1989 se proclamó campeón de karting de Asturias y de Galicia. Al año siguiente debía competir ya en categoría cadete, algo que para la modesta familia se hizo prohibitivo: «Le compré un kart de primera mano y debía cuidarlo hasta los dieciocho años. Teníamos que empezar a competir en Europa y yo no tenía dinero para hacer frente a tantos gastos», ha confesado su padre. Cuando ya habían decidido desistir ante la desesperación del chaval de once años, surgió el «milagro». Apareció Genís Marcó, importador de karts, que se encaprichó de las cualidades del chaval, hasta el punto de que éste estrenaba un kart en cada carrera y Marcó le conseguía patrocinadores para los viajes o ponía él mismo el dinero de su bolsillo.
Primeros podios
En la categoría cadete se proclamó campeón de Asturias y del País Vasco en 1991, año en el que fue subcampeón de España porque no pudo participar en algunas carreras. En 1993 y 1994 conquistó ya sendos Campeonatos de España en la categoría junior, lo que le sirvió de pasaporte para participar posteriormente en el Campeonato del Mundo.
Así, con un sueldo de 100.000 pesetas al mes y catorce años, llegó al Mundial de Karting. Era su primera participación y subió ya al podio como tercer clasificado, por delante de otro debutante, su competidor en fórmula 1 Kimi Raikkonen. Estamos en 1995. A fines de ese año probó un Toyota con éxito. La marca le ofreció correr el Campeonato de Fórmula 1 al año siguiente, pero Fernando, aconsejado por su padre, rehusó porque las condiciones económicas eran ridículas.
En 1996, pues, siguió disputando carreras de karting, y aquel mismo año se proclamó campeón de España, del Trofeo Estival de Italia, del Marlboro Grand Prix y, lo que es más importante, campeón del mundo en categoría junior. En 1997 compitió en la categoría Internacional A, en la que se proclamó campeón de España, de Italia y de Europa.
En 1998, aún en la misma categoría, fue de nuevo campeón de España, y ganó, además, el Trofeo París-Bercy, el de la Industria en Italia y el Open Ford. Entonces apareció en escena otro personaje fundamental en la carrera de Fernando, el ex piloto valenciano de Minardi en la fórmula 1 Adrián Campos, el que sería ya su sombra y mánager.
A pesar de su corta carrera, Alonso tiene ya un currículo que supera por intensidad y precocidad a los de los grandes campeones. A los tres años, su padre le regaló un kart que había construido él mismo. El rechoncho Alonso se encaprichó con el «juguete» y empezó a familiarizarse con el olor a carburante. Aquel mismo año ganó ya su primera carrera, organizada por un centro comercial y en la que participaron niños que casi le doblaban la edad. Aquello le dio coraje para seguir pilotando cuando salía del colegio, siempre vigilado por su padre, quien ya se percató de las cualidades innatas que tenía su hijo para el pilotaje. Dedicó todo su tiempo libre al hijo, a pesar de que recibió una oferta para incorporarse al Celta de Vigo como portero, posición en la que jugaba desde muy joven.
Un talento precoz
Desde los cuatro años hasta los catorce (1985-1995) estudió en el colegio Santo Ángel de la Guarda, en Oviedo, donde cursó primaria y EGB. Después frecuentó el Instituto Leopoldo Alas Clarín de San Lázaro, donde permaneció hasta 2000, año en que abandonó los estudios porque los compromisos deportivos le impidieron seguir estudiando, de manera que ni siquiera terminó el COU.
Con siete años Alonso ganó en 1988 su primera carrera oficial de karts, proclamándose campeón infantil de Asturias tras vencer en las ocho carreras de que constaba el certamen. Para entonces ya ostentaba desde hacía tres años la obligatoria licencia oficial de la Federación Española. En ella, el chavalín reconoce que tiene plena consciencia de sus actos y que se atendrá a todas las normas. Todo falsificado, claro.
Fernando Alonso
Su proyección era fulgurante, de ciudad en ciudad y de circuito en circuito, con un viejo Peugeot que conducía su padre, mientras los otros competidores llegaban en Mercedes o en BMW. Su padre hacía de mecánico y de consejero. En 1989 se proclamó campeón de karting de Asturias y de Galicia. Al año siguiente debía competir ya en categoría cadete, algo que para la modesta familia se hizo prohibitivo: «Le compré un kart de primera mano y debía cuidarlo hasta los dieciocho años. Teníamos que empezar a competir en Europa y yo no tenía dinero para hacer frente a tantos gastos», ha confesado su padre. Cuando ya habían decidido desistir ante la desesperación del chaval de once años, surgió el «milagro». Apareció Genís Marcó, importador de karts, que se encaprichó de las cualidades del chaval, hasta el punto de que éste estrenaba un kart en cada carrera y Marcó le conseguía patrocinadores para los viajes o ponía él mismo el dinero de su bolsillo.
Primeros podios
En la categoría cadete se proclamó campeón de Asturias y del País Vasco en 1991, año en el que fue subcampeón de España porque no pudo participar en algunas carreras. En 1993 y 1994 conquistó ya sendos Campeonatos de España en la categoría junior, lo que le sirvió de pasaporte para participar posteriormente en el Campeonato del Mundo.
Así, con un sueldo de 100.000 pesetas al mes y catorce años, llegó al Mundial de Karting. Era su primera participación y subió ya al podio como tercer clasificado, por delante de otro debutante, su competidor en fórmula 1 Kimi Raikkonen. Estamos en 1995. A fines de ese año probó un Toyota con éxito. La marca le ofreció correr el Campeonato de Fórmula 1 al año siguiente, pero Fernando, aconsejado por su padre, rehusó porque las condiciones económicas eran ridículas.
En 1996, pues, siguió disputando carreras de karting, y aquel mismo año se proclamó campeón de España, del Trofeo Estival de Italia, del Marlboro Grand Prix y, lo que es más importante, campeón del mundo en categoría junior. En 1997 compitió en la categoría Internacional A, en la que se proclamó campeón de España, de Italia y de Europa.
En 1998, aún en la misma categoría, fue de nuevo campeón de España, y ganó, además, el Trofeo París-Bercy, el de la Industria en Italia y el Open Ford. Entonces apareció en escena otro personaje fundamental en la carrera de Fernando, el ex piloto valenciano de Minardi en la fórmula 1 Adrián Campos, el que sería ya su sombra y mánager.
La forja de un campeón
Campos conocía a Alonso desde que éste era un niño y seguía su trayectoria minuciosamente sin que el interesado se percatara. Para 1999 lo fichó como sustituto de Marc Gené en la fórmula Nissan, de monoplazas, un campeonato de velocidad pensado para pilotos, no para marcas. Alonso consiguió 9 pole position, 8 vueltas rápidas y 6 victorias, lo que le dio el título de campeón Euro Open Movistar. No tenía carnet y con sólo diecisiete años volaba en los circuitos a más de 250 kilómetros por hora. Se lo sacó nada más cumplir los dieciocho años, curiosamente conduciendo un Renault Megane. El profesor le advirtió que en las pruebas fuera más deprisa, porque en las clases prácticas iba demasiado despacio.
Alonso, con su primer título de monoplazas bajo el brazo, debía seguir progresando, y el paso natural fue la fórmula 3.000, en la que en 2000, el año de su debut, logró su primera victoria en el Gran Premio de Bélgica y fue segundo en el de Hungría, integrado en el equipo Astromega. Este exitoso debut lo consagró ya como una promesa de la fórmula 1, en la que debutó, después de ejercer como probador de Minardi -la escudería menos competitiva-, en el Gran Premio de Australia de 2001. Aun así le sacó el máximo partido al coche, terminando nueve carreras y superando ampliamente y con asiduidad a Tarso Marques, su compañero de equipo.
Alonso aclamado por la afición asturiana
Tras la experiencia con Minardi, Flavio Briatore, dueño de Renault, por el que había fichado para cinco años, lo llamó de Minardi, donde estaba cedido, para ejercer durante todo el año 2002 como probador de la marca francesa, con resultados más que satisfactorios.
En 2003 fue ya piloto oficial de Renault, una marca más competitiva pero muy lejos aún de los Ferrari, los Williams o los McLaren. Pronto se consolidó como la revelación del campeonato, sobre todo a partir de que, el 22 de marzo, se convirtiera en el piloto más joven en lograr la pole position en el Gran Premio de Malasia, donde además, con su tercer puesto, fue el primer piloto español en subir al podio. Consiguió esa pole a los 21 años, 7 meses y 22 días, superando ampliamente a quien ostentaba el récord, Rubens Barrichello (22 años, 3 meses y 5 días) o a campeones como Jackie Ickx (23 años, 8 meses y 3 días), Ayrton Senna (25 años y 1 mes) y Michael Schumacher (25 años, 4 meses y 12 días).
A lo largo de la campaña destacaría nuevamente con un subcampeonato en el Gran Premio de España celebrado en Montmeló, pero sobre todo en el Gran Premio de Hungría, donde se impuso con autoridad y se coronó en lo más alto de la fórmula 1 sacándole 26,6 segundos a su inmediato competidor, Kimi Raikkonen, y doblando nada menos que al campeón del mundo, Michael Schumacher. Con 22 años y 26 días Alonso entraba en la historia de la fórmula 1 al ser el más joven en lograr la victoria, superando el récord de Troy Ruttman (22 años y 80 días) y Bruce McLaren (22 años y 104 días), quienes ganaron en 1952 y 1959.
Todos estos buenos resultados hicieron que Fernando Alonso acabara el Mundial en una meritoria sexta plaza, por debajo de Ralf Schumacher y Rubens Barrichello. Sin duda, fue la revelación de la temporada y todo hacia pensar que el siguiente año sería el de su consolidación definitiva.
Pese a todo, a lo largo del Mundial 2004 una vez más Schumacher se mostró imbatible y Alonso acabó la temporada sin haberse podido alzar con ningún triunfo. En la retina de muchos aficionados quedan, pero, sus grandes carreras conduciendo como un verdadero campeón y los diferentes podios conseguidos en los circuitos de Francia, Austria, Inglaterra y Hungría. De esta manera, el piloto español siguió destacando y quedó en el cuarto puesto del campeonato del mundo, con 59 puntos.
Finalmente, en el 2005, llega la consolidación de Fernando Alonso como piloto de Fórmula 1. Esta temporada es la más importante del automovilismo español hasta la fecha por ser la primera en que un piloto nacional esté muy cerca de convertirse en Campeón del Mundo de la especialidad. Ha sido un año ciertamente espectacular para Alonso, quien desde la pretemporada ha sabido establecer las bases de este gran triunfo.
Los primeros entrenamientos de la temporada 2005 ya mostraron un Fernando especialmente fuerte como rival del gran Michael Schumacher y muy bien respaldado por su escudería: Jarno Trulli dejó Renault y Giancarlo Fisichella se convirtió en su nuevo compañero. También su nuevo monoplaza R-25 ayudaba al piloto con espectaculares cambios sobre el coche del año pasado: esencialmente un motor más potente y mejoras aerodinámicas en el chasis para adaptarse a la normativa de la FIM.
Su espléndida conducción ha permitido a Fernando Alonso estar a punto de ser nada menos que el primer español y el piloto más joven en convertirse en Campeón del Mundo de la máxima categoría del automovilismo. Son contadas las carreras en las que no ha triunfado y numerosos los podios que ha conseguido. Los Grandes Premios de Australia, Malasia, Bahrein, San Marino (donde ganó después de un apasionante duelo con Schumacher), Francia, Alemania y España han sido algunas de sus mejores victorias de este año.
La personalidad de un líder
En 1999 Alonso conoció en un campeonato de karts a la que hoy es su novia, Rebeca, estudiante de música en el Conservatorio de Avilés, donde toca el violonchelo. Se ven poco, porque Fernando vive en Oxford, donde tiene su sede el equipo.
Según las personas de su círculo íntimo tiene casta, carácter y una desmesurada confianza en sí mismo. Está convencido de que nadie puede sacarle más partido que él al coche que conduce. Y, según Adrián Campos y otros expertos, tiene un talento natural, que Fernando potencia con entrenamientos muy duros. Además, a pesar de su carácter serio en los circuitos, tiene un carisma que enamora a la gente. En familia y con las amistades, es bromista y divertido. En casa le apodan Nano, su rivales Magic y la prensa el Toro, debido a su gran envergadura en un joven de 1,71 de altura y 70 kilos de peso.
Es un apasionado de todos los deportes, que utiliza como entrenamiento. Practica el ciclismo, el tenis, la natación y el fútbol, en el que su equipo preferido es el Real Madrid. Su comida preferida, aparte de los guisos asturianos de su madre, es la pasta, le encanta el cine de terror y su ídolo deportivo por excelencia es el ciclista que logró vencer al cáncer: el estadounidense Lance Armstrong. Como él, aspira a ser un consumado campeón, en otra modalidad.
Campos conocía a Alonso desde que éste era un niño y seguía su trayectoria minuciosamente sin que el interesado se percatara. Para 1999 lo fichó como sustituto de Marc Gené en la fórmula Nissan, de monoplazas, un campeonato de velocidad pensado para pilotos, no para marcas. Alonso consiguió 9 pole position, 8 vueltas rápidas y 6 victorias, lo que le dio el título de campeón Euro Open Movistar. No tenía carnet y con sólo diecisiete años volaba en los circuitos a más de 250 kilómetros por hora. Se lo sacó nada más cumplir los dieciocho años, curiosamente conduciendo un Renault Megane. El profesor le advirtió que en las pruebas fuera más deprisa, porque en las clases prácticas iba demasiado despacio.
Alonso, con su primer título de monoplazas bajo el brazo, debía seguir progresando, y el paso natural fue la fórmula 3.000, en la que en 2000, el año de su debut, logró su primera victoria en el Gran Premio de Bélgica y fue segundo en el de Hungría, integrado en el equipo Astromega. Este exitoso debut lo consagró ya como una promesa de la fórmula 1, en la que debutó, después de ejercer como probador de Minardi -la escudería menos competitiva-, en el Gran Premio de Australia de 2001. Aun así le sacó el máximo partido al coche, terminando nueve carreras y superando ampliamente y con asiduidad a Tarso Marques, su compañero de equipo.
Alonso aclamado por la afición asturiana
Tras la experiencia con Minardi, Flavio Briatore, dueño de Renault, por el que había fichado para cinco años, lo llamó de Minardi, donde estaba cedido, para ejercer durante todo el año 2002 como probador de la marca francesa, con resultados más que satisfactorios.
En 2003 fue ya piloto oficial de Renault, una marca más competitiva pero muy lejos aún de los Ferrari, los Williams o los McLaren. Pronto se consolidó como la revelación del campeonato, sobre todo a partir de que, el 22 de marzo, se convirtiera en el piloto más joven en lograr la pole position en el Gran Premio de Malasia, donde además, con su tercer puesto, fue el primer piloto español en subir al podio. Consiguió esa pole a los 21 años, 7 meses y 22 días, superando ampliamente a quien ostentaba el récord, Rubens Barrichello (22 años, 3 meses y 5 días) o a campeones como Jackie Ickx (23 años, 8 meses y 3 días), Ayrton Senna (25 años y 1 mes) y Michael Schumacher (25 años, 4 meses y 12 días).
A lo largo de la campaña destacaría nuevamente con un subcampeonato en el Gran Premio de España celebrado en Montmeló, pero sobre todo en el Gran Premio de Hungría, donde se impuso con autoridad y se coronó en lo más alto de la fórmula 1 sacándole 26,6 segundos a su inmediato competidor, Kimi Raikkonen, y doblando nada menos que al campeón del mundo, Michael Schumacher. Con 22 años y 26 días Alonso entraba en la historia de la fórmula 1 al ser el más joven en lograr la victoria, superando el récord de Troy Ruttman (22 años y 80 días) y Bruce McLaren (22 años y 104 días), quienes ganaron en 1952 y 1959.
Todos estos buenos resultados hicieron que Fernando Alonso acabara el Mundial en una meritoria sexta plaza, por debajo de Ralf Schumacher y Rubens Barrichello. Sin duda, fue la revelación de la temporada y todo hacia pensar que el siguiente año sería el de su consolidación definitiva.
Pese a todo, a lo largo del Mundial 2004 una vez más Schumacher se mostró imbatible y Alonso acabó la temporada sin haberse podido alzar con ningún triunfo. En la retina de muchos aficionados quedan, pero, sus grandes carreras conduciendo como un verdadero campeón y los diferentes podios conseguidos en los circuitos de Francia, Austria, Inglaterra y Hungría. De esta manera, el piloto español siguió destacando y quedó en el cuarto puesto del campeonato del mundo, con 59 puntos.
Finalmente, en el 2005, llega la consolidación de Fernando Alonso como piloto de Fórmula 1. Esta temporada es la más importante del automovilismo español hasta la fecha por ser la primera en que un piloto nacional esté muy cerca de convertirse en Campeón del Mundo de la especialidad. Ha sido un año ciertamente espectacular para Alonso, quien desde la pretemporada ha sabido establecer las bases de este gran triunfo.
Los primeros entrenamientos de la temporada 2005 ya mostraron un Fernando especialmente fuerte como rival del gran Michael Schumacher y muy bien respaldado por su escudería: Jarno Trulli dejó Renault y Giancarlo Fisichella se convirtió en su nuevo compañero. También su nuevo monoplaza R-25 ayudaba al piloto con espectaculares cambios sobre el coche del año pasado: esencialmente un motor más potente y mejoras aerodinámicas en el chasis para adaptarse a la normativa de la FIM.
Su espléndida conducción ha permitido a Fernando Alonso estar a punto de ser nada menos que el primer español y el piloto más joven en convertirse en Campeón del Mundo de la máxima categoría del automovilismo. Son contadas las carreras en las que no ha triunfado y numerosos los podios que ha conseguido. Los Grandes Premios de Australia, Malasia, Bahrein, San Marino (donde ganó después de un apasionante duelo con Schumacher), Francia, Alemania y España han sido algunas de sus mejores victorias de este año.
La personalidad de un líder
En 1999 Alonso conoció en un campeonato de karts a la que hoy es su novia, Rebeca, estudiante de música en el Conservatorio de Avilés, donde toca el violonchelo. Se ven poco, porque Fernando vive en Oxford, donde tiene su sede el equipo.
Según las personas de su círculo íntimo tiene casta, carácter y una desmesurada confianza en sí mismo. Está convencido de que nadie puede sacarle más partido que él al coche que conduce. Y, según Adrián Campos y otros expertos, tiene un talento natural, que Fernando potencia con entrenamientos muy duros. Además, a pesar de su carácter serio en los circuitos, tiene un carisma que enamora a la gente. En familia y con las amistades, es bromista y divertido. En casa le apodan Nano, su rivales Magic y la prensa el Toro, debido a su gran envergadura en un joven de 1,71 de altura y 70 kilos de peso.
Es un apasionado de todos los deportes, que utiliza como entrenamiento. Practica el ciclismo, el tenis, la natación y el fútbol, en el que su equipo preferido es el Real Madrid. Su comida preferida, aparte de los guisos asturianos de su madre, es la pasta, le encanta el cine de terror y su ídolo deportivo por excelencia es el ciclista que logró vencer al cáncer: el estadounidense Lance Armstrong. Como él, aspira a ser un consumado campeón, en otra modalidad.
mitología asturiana
mitología asturiana
Asturias es uno de los sitios mágicos de España, paseando por sus bosques quizás durante la te hechice una xana, o un pastor, y no puedas abandonar nunca más estas tierras...
BUSGOSU
Mitad humano, mitad caprino (en algunas zonas, incluso se le ve con apariencia de batracio, de ahí el expresivo nombre de "mofosu", como en Piloña); tiene enormes cuernos de cabra y ojos muy ardientes; vive en la espesura de los bosques y, ataca a los cazadores y leñadores, a las mozas, etc. Aún así, sería injusto considerarle un personaje dañino en exclusiva, ya que tiene mucho en común con el pacífico Fauno de la mitología grecorromanaEn base a todo ello, José M. Gómez-Tabanera vinculó este mito al del "señor de los bosques", estableciendo paralelismos con el antiguo mito del oso humano, como se ve en viejas leyendas, tales como la de la osa de Andara (mujer-osa de los bosques cántabros, que cuida rebaños de cabras en los riscos y come miel y bayas) o la poética leyenda del ábside del monasterio de Comellana, donde se representa una niña en brazos de una osa, simbolizando una vieja leyenda medieval según la cual la hija del rey o bien la del señor de Dóriga -ambas versiones son conocidas- se perdió en el bosque y fue amamantada por una osa y su padre, agradecido tras el hallazgo de la hija sana y salva donó este monasterio.Incluso se podría establecer una cierta pervivencia actual en algunas manifestaciones populares, como algunos centenarios personajes carnavalescos, tales como el "mazcarito" de Beleño, etc., que unen a su simbolismo ritual un marcado carácter profiláctico (golpean a las mozas con vexigas y las manchan con harina o con hollín, sin duda pervivencia de un milenario ceremonial regenerador).
EL CULEBRE
Una serpiente de gran tamaño, con cabeza y alas de dragón y cuerpo de color verde y rojo.Sus escamas son durísimas y sólo se le puede dar muerte hiriéndole en la garganta o haciéndole tragar algo que no pueda digerir.Habita en la espesura de los bosques, en los torreones de los castillos en ruina y en las fuentes de gran cavidad subterránea.Su misión es la de custodiar fabulosos tesoros y personajes encantados.En la mañana mágica de San Juan el Cuélebre se aletarga, o pierde su poder, y es cuando pueden ser rescatadas sus prisioneras (Ayalgas o Atalayas), con sus fantásticos tesoros tiene sus orígenes en las creencias de los pueblos que habitaban por aquellos tiempos en estas tierras; la serpiente siempre ha sido el animal mítico por excelencia, guardián de los tesoros más preciados por el hombre, que son el saber y la tradición esotérica de su cultura, nada tiene que ver con los "tesoros" de oro y joyas que vienen recogidos en las tradiciones orales asturianas.el cuélebre tiene lengua bífida y un cuerpo lleno de escamas, habita en las cuevas y a él se le encomienda la tarea de guardar los mundos subterráneos donde habitan las razas ocultas a los ojos de los hombres; estos accesos están, generalmente, ocultos pero hay casos en que las razas de los pueblos subterráneos buscan jóvenes humanas para convertirlas en su gente y estas hacen compañía al cuélebre en su reposo guardián dentro de las grutas; ellas, con sus dulces cánticos lastímeros atraen a los pastores y viajeros que pasan por sus cercaníasno se entiende muy bien este proceder, quizá en tiempos más lejanos buscaban contactar con los seres humanos, o tal vez, estas caprichosas gentes tenían otros motivos que no podemos conocer en la actualidadlos valientes que deseaban los tesoros ocultos en el interior de las cavernas debían matar primero al cuélebre que moraba en su interior, muchas veces eran ayudados por las jóvenes, pero otras veces debían enfrentarse solos a semejante pruebalos aventureros entraban en el interior de la cueva y el cuélebre detectaba su presencia en la oscuridad, nada puede evitar que la temible bestia despierte de su letargo secular; la sola visión del animal hace palidecer, y muchos son los que al quedar paralizados por el terror son devorados por la bestia infernal, otros de animo más templado, intentan clavar su espada en la lengua del cuélebre, única manera de acabar con su maléfico poder.
DIANU BURLON
En algunas ocasiones se presenta en forma humana, generalmente de niño indefenso, (como la historia común de la aldeana que lo encuentra llorando en la caleya y lo lleva a casa, calentándolo en el llar y dándole de mamar, a lo que el ingrato responde, escapando por la "garmayeira" y gritando con risa burlona: "Ajajá, que comí sopes; ajajá, que les comí; ajajá, que te ví el cú; ajajá, que te lu ví"). Aún así, es más común que adopte formas animales, siendo habitual las de cabrito (así nos lo contó una vieja abuela ya fallecida en Puerto de Vega, pues en un concurrido baile que se hacía en una casa del pueblo se presentó un alto y guapo mozo y todas querían bailar con él, hasta que una de las mozas le vio la pata de cabrito y todas echaron a correr y él se desvaneció en el aire, como si hubiese sido un mal sueño); cerdo (hemos recogido en el mismo lugar la leyenda de que una mujer pobre y con muchos hijos encontró un "gochín" sin dueño y lo llevó a casa y lo metió en el cubil y, al día siguiente, cuando le quiso "echar la caldada"; es decir, las sobras de comida, el "gochín" se había esfumado; y de burro (el cuento más conocido y más difundido por toda Asturias es el del aldeano que va a montar en su burro, que se niega a andar y ya cuando logra que camine, éste lo derriba en un lodazal, mientras se levanta de patas y ríe, diciendo: "Tiruli, tirulo, ¿cómo ténes el culo? El paisano, airado, lo llena de palos, mientras le responde "Tirulí, tiruleyas, ¿cómo tán las tus orellas?". En Ponticiella, según Alfredo Álvarez, se le apareció uno al cura cuando iba para Trabada, pero, sabedor que era un diablo, se deshizo de él diciéndole "Jesús, María y José".En la íntima creencia popular, aún quedan los temores a la acción malévola del diaño u diantre; de ahí, las formulillas que aún utilizan nuestros mayores: "Arreniego del demonio"; "Arreniego del pecáu" o "Arreniego de los cotrosos del infierno"; o la más compleja, que transcribe Aurelio del Llano y otros, como esta versión de Allande: Jesús, María y José: Si sos el diaño de ti arreniego; mal año pa ti; doite mierda de gato negro; la Cruz te fago; veite pá las penas de Fontoria".Pero no se asustan demasiado con todo eso: en Figueras les tiran la pila de ocle a los pescadores y en Luarca, hacen ruido en el cantil para asustar a los que están pescando. 0, como hemos recogido en Llendequintana, a los que recogían castañas y las guardaban en la corripia, les hacía burla, diciendo: "Sacude, sacude, que mañá has ter ben d'ellas"; y, efectivamente, al día siguiente, la corripia estaba vacía. Los del occidente tienen justa fama de constructores, y de hecho reciben el nombre de "ARQUITECTOS", ya que un "demo" fue el constructor del puente de Ourubio en Boal (según Bernardo Acevedo) y otro construyó el puente de Salime; por cierto, que al concluirlo, los lugareños, lo tiraron desde él al río para que se ahogase, pero consiguió salir nadando y les gritó desde una roca: "Eh, salime, salime ', dando nombre al pueblo. En Boal también se habla de unos diablillos llamados "DIABRECOS", que tienen apariencia de llimacos y hacen travesuras, descubren conversaciones íntimas
LA GÜESTIA
La Güestia es un cortejo de almas en pena, que portan huesos encendidos a modo de cirios, para alumbrarse, y se cubren con sudarios blancos.También se llama Huestia, la Buena Gente y la Santa Compaña.Estas procesiones salen de los cementerios para ir a visitar a las personas próximas a morir, mientras caminan van tocando una campanilla y cantando una salmodia ininteligible.Este ritual lo observan durante tres ocasiones, al término de las cuales el enfermo muere.Quien se encuentre con la Güestia y no tenga sitio dónde ocultarse, ha de trazar un círculo en el suelo e introducirse en él. Este círculo es siempre respetado por la nocturna comitiva.En esencia se trata de una procesión de almas en pena, difuntos que por lo mezquino de sus vidas, vagan eternamente vestidos con mortajas blancas y llevando cada uno dos velas encendidas en la mano, aunque en algunos lugares aseguran que lo que llevan son huesos presumiblemente humanos; van caminando en doble fila; también es habitual verles rondar el atrio de las iglesias gimoteando y el que va abriendo el cortejo toca en silencio una fúnebre campanaEl objetivo de la güestia es evidentemente proselitista: llegar a la casa de un enfermo con mala conciencia de su vida, rodearla tres veces en completo silencio y al terminar la última, echarse a llorar amargamente, apagando las velas para que el enfermo muera de penas y pase entonces su alma a engrosar las filas de la güestia, apareciendo entonces su imagen en el ataúd que antes portaban vacío cuatro de los espectros; la ronda suele durar siete noches en las que los vivos sólo escuchan lamentos tristes y lastímeros gemidosLa güestia suele murmurar cuando ronda cerca de las huertas:"cuando yéramos vivos, andábemos a figos,y agora que tamos muertos, andemos por estos güertos¡andar, andar, hasta el tueru la figar!"y cuando alguien despistado se cruza con ella se la suele oír rechinar:"andai de día, que la nuechi ye mía"en asturias recibe muchos nombres, así está la güáspida, la estantigua, la huóstiga, la hostia vaqueira, la burra parda,...para evitar el peligro de que al pasear por la noche te encuentres cara a cara con la fúnebre comitiva y te lleve consigo, hay una serie de remedios:1) lo fundamental consiste en no entrar a formar parte del séquito de la güestia2) dibuja en el suelo rápidamente el círculo de salomón con una vara de olivo bendecida en domingo de ramos3) métete dentro del círculo y no mires ni salgas de él hasta que la güestia haya pasado4) a falta de lo anterior también vale salir poniendo los pies en polvorosa
LAS AYALGAS
Las "Chalgas" o tesoros escondidos es algo consustancial con nuestra tierra asturiana, ya que no hay pueblo o aldea, por remotos que sean, donde no se hallen leyendas de tesoros escondidos, casi siempre atribuidos a los moros.Aunque en las descripciones. de los primeros estudiosos se utiliza el nombre para los tesoros, mientras a las jóvenes doncellas que los custodian son conocidas como atalayas, -el introductor del término parece ser Juan Meriéndez Pidal, al que luego sigue Rogelio Jove y Bravo, mientras los pioneros Laverde y Agüero no las nombran específicamente -los estudios posteriores asimilaron el término a ambos y las hacen prácticamente semejantes a las xanas, por su singular belleza y juventud, aunque parece que se diferencian de éstas en que las jóvenes doncellas son seres humanos encantados, mientras que las xanas no están siempre encantadas. Debido a su penosa situación, presentan habitualmente una expresión de gran tristeza, cantando bellas, pero melancólicas canciones, mientras el cuélebre permanece atento a sus movimientos, excepto el día de San Juan, en que entra en un sopor irresistible, momento en que se les puede desencantar.
LAS BRUXAS
Es común la creencia de que las bruxas "aojan"; es decir, causaban el "mal de ojo"; el temor ha sido tan grande, que a los niños se les protegía del "mal de ojo" ("agüeyamiento") con el puñín o cigua de azabache, ritual extendido por toda la geografía asturiana; en el occidente, era muy común el uso de la "piedra de San Pedro", cuando no la "dómina", bolsita rellena de hojitas de carácter profiláctico (romero, tomillo, perejil, añil, etc.). Como el ganado era y es la mayor propiedad del aldeano y, por lo tanto, objeto de codicia de la bruxa, aparte de las aspersiones con agua y ceniza propias de San Antón o de San Juan, se coloca en la cabeza del mismo las chocas o campanillas grabadas de cruces y signosLas bruxas, pues, son mujeres mezquinas, sucias y malolientes, que se desplazan por los aires recurriendo a procedimientos diabólicos, como son sus ungüentos y potingues. Se reunían -y aún se reúnen- las nuestras del occidente de Asturias, invariablemente, el 30 de Abril de cada año en la Fonte das Bruxas de la Veiga del Palo (Allande), tras untarse bien con un ungüento y decir la fórmula mágica: 'Por encima de artes, por encima de carballos, a la Veiga del Palo con todos los diablos". Hubo quien las quiso imitar y dijo el conxuro, pero al revés, yendo allá por debajo de artes y de carballos, llegando hecha un basilisco.
LAS LAVANDERAS
Ancianas de rostro arrugado, con cara de "mal carís" y desgreñada cabellera blanca, que emiten altas y desagradables voces allá en las orillas de los ríos, donde lavan perennemente su raída ropa, golpeándola con palas, que, una vez concluido el trabajo o cuando oyen ruidos sospechosos, les sirven para surcar el río rumbo a sus cuevas a velocidad vertiginosa, donde se esconden hasta que el silencio vuelve a reinar en el valle; o bien, si el peligro es cierto o son descubiertas cuando lavan, allí es donde mascullan su cruel venganza. En cambio, conviene precisar que este carácter maligno, que en este mito resulta predominante, no es exclusivo, ya que en ciertas ocasiones, las lavanderas actúan bondadosamente. Así, suelen ayudar a los niños o a los viejos cuando están en peligro por haberse perdido en el bosque; por haber peligro de tormenta.
EL NUBERU
Físicamente, podríamos describirlo como un viejo muy alto y de ojos ardientes, dotado de una enorme barba y puntiagudas orejas, que viste una "pelleya" de cabrito y se cubre con un enorme sombrero negro, que acostumbra a cabalgar sobre los negros nubarrones arrojando pedrisco en los campos y arruinando las cosechas. Aún así, no coincide la descripción que nos aportan los más conocidos folkloristas asturianos, ya que Gumersindo Laverde, aún en el siglo pasado, lo describe como un enano deforme, de rostro tostado, largas melenas y enormes brazos que viste con toscas pieles y lleva sombrero negro de alas de cuervo y baja a la costa tronando tormentas, lo que le hace muy similar al "Escolar" de los vaqueiros; contrasta claramente con el personaje descrito por Bernardo Acevedo, que dice que en su Boal natal, dicen que es enorme, vestido de sayal pardo oscuro y es conocido como "Reñubleiro"; eso sí, también dicen que viene montado en una nube arrojando pedrisco.¿Llegó a tener este pesonaje la categoría de divinidad en el solar astur? Es probable que todo lo que envuelve al mito del "Nuberu" forme parte de un antiguo culto pre-cristiano, como se puede deducir a partir del hallazgo en Carrio (Villayón) de una pizarra goda del s. VII: se trata de un conjuro, quizá obra de una especie de "tempestarii" al modo de los latinos, que eran especialistas en ahuyentar las tormentas, que lleva grabada de manera significativa y por tres veces, la pentalfa, Muchas veces se le cita con el nombre de Juan de Egipto, Juan Orito, etc., y le acompaña una leyenda repetitiva en toda Asturias, que dice que el nuberu vive en aquel lejano país y prestó ayuda a un asturiano que lo ayudó cuando vino a tirar pedrisco y, al ser "esconxurado", no pudo volar de nuevo sobre la nube; cuando el infeliz paisano, guerreando en aquel lejano país, cae prisionero, éste, aún agradecido, le libera y lo devuelve raudo al solar astur, donde llega a tiempo de impedir la boda de su novia.Dado su carácter dual, benigno y maligno, las gentes conocían diversas fórmulas para "esconxurarlo", en la que se deja traslucir claramente que el nubero y el diablo no son cosa distinta: la presencia del cura, y más si estaba rodeado de niños, era infalible, siendo míticos en esta labor el de Villanueva de Teverga o el de Xedrez en Cangas del Narcea; infalible era lanzar lejos el zapato del cura, como hacían en Grado; también tocar las campanas de capillas e iglesias (en este menester, había campanas "especializadas", como el famoso "truebanón de Belmonte"; y así, muchas campanas llevan "culebrones" dibujados, porque al fin y a la postre, el nuberu es... el diablo. También se ahuyentaba la tormenta poniendo en la cortada la pala y el rodallu del pan al revés (Tineo); la pala de dientes y de enfornar (Navia), la pala de enfornar y laurel bendito (Villayón), donde, además, tocaban la caracola; el carro del país volcado; poner en la ventana la "piedra'l rayo", que en realidad era un hacha pulimentada neolítica; y, como no, el laurel bendito en Ramos; etc. Por fin, si todo ello fracasaba, siendo el paisano asturiano tan inclinado a "poner una vela a Dios y otra vela al diablo", recurría a las jaculatorias, siendo las más utilizadas popularmente, con ligeras variantes según el lugar, las de Santa Bárbara ("Santa Bárbara bendita que n'e1 cielo tás escrita con papel y agua bendita. En el nombre de la Cruz, paternoste, amén, Jesús") y San Bartolo, que tiene al diablo atado con una cadena ("San Bartolo se levantó y con Jesucristo se encontró. ¿A ónde vas, Bartolomé? Yo, Señor, con vos iré. Pues voy a darte un don que nunca dí a varón: ónde fueres nombrado, nun caigan rayos nin centellas, nin muyer muera de parto, nin criatura de espanto"). O, como aún recitan en Grandas de Salime: "Tente nube y'a nublado, que Dios pode más que´l diablo; tente nube, tente tú, que Dios pode más que tú".
EL SUMICIO
el Sumicio es muy similar en todo al trasgu/trasno, pero con una clara diferencia, que es la de ser invisible físicamente, a la par que hace desaparecer las cosas y puede ser dañino para las personas; este carácter dual, que encarna la eterna lucha entre el bien y el mal, es consustancial al mito y lo podremos constatar en todos los estudiados.Decíamos que el Sumicio acostumbra a hacer que las cosas desaparezcan de manera especial aquellas que, en un determinado momento, resultan imprescindibles. Así, cuando se precisaban unas tijeras o un cuchillo en la casa y no aparecían, la malhumorada ama murmuraba:"Paez que lo llevóu el sumicio". Así lo hemos oído multitud de veces en nuestra propia casa y así lo atestiguan algunas curiosas historias, como aquella en que la devota señora que entra en la iglesia y va a rezar el Rosario y no halla el suyo, estando segura de haberlo traído con ella, por lo que exclama: "En mi vida nunca oín qu'en la iglesia entrase´l trasno; pos si él nun entra eiquí, quen me garróu el rosario".Pero el Sumicio no se conforma con hacer desaparecer las cosas, que no pasaría de ser el lado más o menos desenfadado de su actuación, sino que tiene poder suficiente para hacer daño, "sumiendo" a las personas, casi siempre niños ("sumir" es sinónimo de desaparecer, pero en sentido de progresión, no con carácter instantáneo). De ahí procede el conocido dicho popular, muy repetido aún entre nuestras gentes: "Mal sumicio te suma" (o esta otra variante: "Mal sumicio te lleve"). Por tanto, está provisto de unos efectos dañinos y letales, como si de un poderoso virus se tratase, lo que le asemeja a otro mito poco conocido, el de los "Malinos", sobre el que Alberto Álvarez Peña ha hecho decisivos estudios.Aunque el Sumicio es más perverso que el trasno y resulta muy difícil deshacerse de él, siempre hay una posibilidad y en este caso, se trata de la oración de San Antonio, la cual, si va acompañada de una dádiva, da un resultado sorprendente, ya que se halla pronto lo perdido, que se atribuye por las gentes no a un mero mecanismo de estimulación mental, sino a la acción benéfica del milagrero santo, que bloquea los perversos poderes del Sumicio. Bien sabido que al rezar la oración no se puede cometer ningún error, pues entonces el objeto deseado nunca más aparecerá. En Somiedo y otros lugares, aparece en acción la "riestra" de ajos, ya que, en el trasfondo de nuestros mitos siempre se encuentran las ánimas, las brujas y... los diablos.
EL TRASGU
El Trasgu es un duende o gnomo de figura diminuta y simpática, viste blusa de bayeta colorada y gorro del mismo color.Es duende casero, penetra en las casas cuando el fuego está encendido. Normalmente se preocupa de hacer las labores domésticas y trabaja colocando todo en su sitio, pero si está de mal humor, rompe los cacharros, esconde objetos, revuelve la ropa y da voces y gritos espantando al ganado.Cuando por sus continuas travesuras, quieren deshacerse de él, y ya que presume de tenerlo todo muy ordenado y limpio (cuando está de buen humor), le extienden por el suelo linaza o mijo y se lo mandan recojer - el Trasgu tiene la mano con un agujero-, también le mandan blanquear la pelleja de un carnero negro, o traer un cesto lleno de agua, cosas imposibles de realizar por él.El Trasgu, picado en su amor propio abandona la casa para no volver. conocido en todo el mundo (duendes, gnomos, pucks, ...), es pequeño, enano, de no más de 80 cm de estatura, tiene la piel negra u oscura, las piernas torcidas, con grandes uñas en las manos, la boca descomunal, la nariz aplastada, los ojos brillantes y pequeños, cuernos y rabo; es muy delgado y cojo, pero aun así se mueve con rapidez asombrosa y suele dar asombrosos saltos, su rostro tiene casi siempre una expresión burlona, a no ser que se le moleste y enfade; suele vestir con gorra y blusón coloradas, también tiene un agujero en la palma de su mano izquierdaPerteneciente a la clase de duendes domésticos, se puede comportar de forma contradictoria, unas veces ayudando a los habitantes de la casa en la que habita, colaborando en las tareas del hogar y otras veces, tirando, ensuciando, ocultando las cosas y comiendo glotonamente lo que encuentra en la cocina.Puede pasar de un estadio a otro sin ninguna razón aparente; su presencia llega a ser muy molesta, tanto que algunos, para deshacerse de él se mudan de casa, pero él les sigue y dice:"ya que todos vais de casa mudada,también vengo yo con la mi gorra encarnada"